
Hay jugadores que caben en una estadística… y hay otros que necesitan una canción, una leyenda, un mito. Arnoldo Iguarán es de esos últimos.
Si vos preguntas por él en La Guajira, te hablan con orgullo. Si preguntas en Bogotá, te responden con respeto. Y si preguntas en Colombia entera, te dirán sin pestañear: “ese man fue un goleador de los de antes, de los que ahora casi no nacen”.
Pero su historia no empezó con reflectores. Empezó donde empiezan los cracks auténticos: en las canchas de barrio, descalzo y con más hambre de balón que de fama.
De a poquito, muy despacito, sin ruido… fue escribiendo la historia de un depredador del área.
🌴 El Guajiro que llegó a Bogotá a romperla
Arnoldo Iguarán nació el 18 de enero de 1957 en Santa Marta, pero creció en Riohacha, La Guajira. Allá empezó a volverse obsesivo por el gol. No por el fútbol: por el gol.
Mientras otros soñaban con jugar bien, él soñaba con romper redes.
Su salto al profesionalismo llegó con Millonarios a finales de los 70, cuando todavía nadie sabía que ese morenito flaco iba a cambiar la historia del club.
Y ojo al dato: no era el típico “jugador técnico de potrero”. Era velocidad pura, definición quirúrgica y un olfato de área que parecía magia. Ese man veía el gol antes de que la jugada existiera.
🔵 Millonarios: donde se volvió inmortal
Si uno quiere entender por qué Iguarán es ídolo, solo basta mirar lo que hizo en Millonarios:
- ⚽ Más de 190 goles entre sus dos etapas en el club
- 🏆 Campeón de los torneos de 1987 y 1988
- 🥇 Ídolo absoluto de una generación
Era tan letal que hasta las defensas se sabían el cuento: “si ese man recibe perfilado, se acabó el partido”.
El Guajiro no amarraba la jugada, no adornaba. Definía. Y definía bien.
🇨🇴 El goleador de Colombia antes de los tigres y las flores
Mucho antes del boom mediático, antes de los jugadores europeos, antes de que Falcao y James fueran la marca país, Arnoldo Iguarán era el goleador de la Selección Colombia.
Y sin redes sociales, sin marketing y sin farándula.
Solo fútbol. Solo gol.
- 🔥 25 goles oficiales con la Selección Colombia
- 💥 Máximo goleador de la Copa América 1987
- ⭐ Ganador de la Copa América 2001 (como asistente técnico)
Durante más de dos décadas, nadie tocó ese récord. Nadie.
Los que lo superaron crecieron viendo sus videos.

🌍 El paso por el exterior
Para muchos cracks colombianos de los 80 era dificilísimo irse a Europa. Pero Iguarán lo logró.
En 1988 fichó por el Osasuna de España, donde dejó una buena impresión por su velocidad y su capacidad de “romper partidos” entrando desde atrás.
No fue una estadía larga, pero suficiente para demostrar que su talento sí daba para más. Tras su paso europeo regresó a Millonarios, donde lo recibieron como lo que era: un rey del gol.
⚽ El final de una carrera que nunca terminó
Se retiró del fútbol profesional a mediados de los 90, pero irónicamente, nunca dejó de jugar.
Lo hacía en partidos de exhibición, en torneos recreativos, en eventos de clubes.
Su amor por el balón era tan grande que el retiro no le quitó las ganas.
También fue asistente en la Selección Colombia en procesos juveniles y mayores, y participó en proyectos de formación deportiva.
💛 ¿Por qué Iguarán sigue siendo tan grande?
Porque hay jugadores buenos, jugadores muy buenos…
y luego están los que definen una época.
Los que, con un solo toque, cambian la historia.
Iguarán era eso.
Era:
- velocidad sin miedo
- gol sin decoración
- humildad sin pose
- talento sin ruido
Y sobre todo, era —y sigue siendo— el símbolo de un fútbol colombiano más romántico, más puro y más sincero.
Si vos hablas con cualquier abuelo futbolero te van a decir lo mismo:
“si ese man jugara hoy, valdría millones de millones”.
🐆 El legado del Guajiro
Arnoldo Iguarán no necesitó tatuajes, peinados raros, filtraciones virales ni polémicas.
Lo suyo fue siempre el gol.
Un gol seco, directo, frío, contundente.
Un gol que todavía hoy, en tiempos de análisis, panas tácticos y redes sociales, sigue siendo eterno.
Y es que los ídolos verdaderos no se miden por las fotos…
Se miden por las memorias, por el eco de su nombre cuando alguien pregunta:
“¿Quién ha sido el mejor goleador puro que hemos tenido?”
Ahí aparece él.
El Guajiro.
Arnoldo Iguarán.

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Acá revivimos lo que el fútbol nunca debería olvidar.
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